El enfoque psicodinámjco nos ayuda a comprender los celos haciéndonos conscientes de la existencia de fuerzas inconscientes. Estas fuerzas explican conductas que de otro modo son difíciles de comprender, tales como la elección que una persona celosa hace de un compañero infiel, sus esfuerzos por lograr la confirmación de sus peores temores, su tendencia a empujar al compañero hacia el rival, o a obsesionarse con imágenes dolorosas en las que su compañero aparece abrazándose apasionadamente con ese rival. Esos pensamientos y conductas acrecientan el sufrimiento de la persona celosa. Pero, como hemos visto, le aportan también una defensa contra sentimientos y pensamientos aún más perturbadores.
Otra contribución del enfoque psicodinámico es la descripción de las raíces que los celos en la edad adulta tienen en las experiencias infantiles. Según Freud, estas experiencias afectivas están asociadas con la etapa edípica. Puesto que consideraba que estas experiencias eran universales, Freud estaba seguro de que el volver a experimentarlas como celos en la edad adulta era algo inevitable y universal.
Otros autores de orientación psicodinámica piensan que el origen de los celos podría remontarse incluso a una época anterior a la etapa edípica. Cuando un niño hambriento llora y su madre no acude a atenderlo, el bebé experimenta una angustia, una impotencia y un miedo a ser abandonado tremendos. Estos temores son universales, y en consecuencia los celos, que son su manifestación en la vida adulta, son también universales.
En cada uno de nosotros hay un niño que en algún momento de su infancia se sintió abandonado y atemorizado, un niño que lloró de dolor y se enfureció de frustración. En todos nosotros hay una añoranza de la completa seguridad que sentimos en nuestras primeras semanas de vida. Todos sentimos de alguna manera resentimiento por tener que compartir el amor con un hermano o un padre. Tal vez no recordemos esos sentimientos pero los llevamos con nosotros. Con frecuencia nos impulsan a reaccionar en formas exageradas e inapropiadas ante los factores desencadenantes de los celos.
Puesto que los terapeutas de orientación psicodinámica piensan que los celos expresan y al mismo tiempo disfrazan algunos de nuestros deseos y temores más profundos, los tratan primordialmente como un problema psicológico de la mente del individuo celoso. Otros enfoques cuestionan tanto los supuestos como los métodos del enfoque psicodinámico.
Al leer es probable que usted haya pensado que los celos no pueden ser tan sólo el producto de los acontecimientos de nuestra infancia revividos por nuestro inconsciente. ¿Qué habría que pensar de los acontecimientos reales que amenazan nuestra relación y desencadenan nuestros celos? En efecto, una de las principales críticas que se le plantea al enfoque psicodinámico está dirigida a su tendencia a no considerar la realidad que puede haber despertado los celos, y a dar por supuesto que todos los celos son en cierta medida delirantes: un producto de nuestra propia mente sin ninguna relación con la realidad. Y a la poca atención que se le presta a la infidelidad concreta, excepto a veces para mostrar cómo nosotros provocamos, o en algún sentido deseamos, la traición que despertó nuestros celos.
Otra crítica que se plantea está dirigida a la tendencia del enfoque psicodinámico a culpar al individuo por elegir o crear las circunstancias que dan lugar al problema de celos. Los terapeutas de orientación psicodinámica tienden a ignorar lo que los celos indican acerca de cualquier otra cosa que no sea el individuo celoso.
El enfoque psicodinámico también es criticado por los defensores de otros enfoques por poner demasiado énfasis en el rol de lo inconsciente y no el suficiente en las expectativas conscientes y los acontecimientos reales que provocan un problema de celos y ayudan a mantenerlo en vigencia.
Otra de las críticas está dirigida a la tendencia a poner demasiado el acento en el papel que las experiencias infantiles desempeñan en la aparición de un problema de celos y no lo bastante en las fuerzas que operan en la actualidad, sobre todo en la dinámica de la relación.
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