domingo, diciembre 02, 2007

Dignidad y secuestro





Sorprende ver imágenes de una mujer como Ingrid Betancourt, quien ocupara las primeras páginas cuando era una verdadera protagonista de la política Colombiana; verla ahora indefensa, plasmada su figura viviente como una pintura al óleo y soportando con total dignidad humillaciones y vejámenes; qué decir de los soldados y de aquellos otros secuestrados que parecieran anónimos, que no tienen la fortuna de tener una doble nacionalidad.

Se siente impotencia, humillación, frustración, angustia, rabia; al saber que no podemos solucionar de inmediato y con nuestras propias manos, una actitud tan demencial de las partes en conflicto y donde personas ajenas al mismo, mueren lentamente en vida aferrados a una esperanza muerta

Se explota y se trafica con el dolor y el sufrimiento humano, se negocia a diario con la incertidumbre, la frustración y la impotencia, de seres que no tienen absolutamente nada que ver con los intereses de las partes.

Que sentirán aquellos otros secuestrados que parecieran no tener nombre, aquellos mismos cuyas familias se van extinguiendo y desapareciendo por su propia angustia y solo están sujetas a la sobrevivencia diaria, no tienen amigos políticos guerrilleros ni paramilitares, no reciben la solidaridad de nadie y solo son víctimas de la pobreza y la violencia, gente que está completamente sola y abandonada y de los cuales nadie se ocupa de su dolor y su tristeza.

Quienes son los dueños de nuestras vidas?

Estamos todos secuestrados?

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