Resulta que unos médicos comprobaron que las fiestas navideñas le aumentan a la gente, en promedio, algo más de 2 kilos en solo 3 semanas. !Ah!, y que los gorditos que se ganan se van aumentando con el tiempo. Mejor dicho que si no se cuida, poco a poco, usted se convierte en el Papá Noel de su propio aguinaldo.
La intención no es aguarle la novena, pero lea estos consejos mientras desempolva la pandereta.
* No cantidad. Coma solo lo que disfruta. Prepare solo uno o dos platos. En una mesa si hay galletas no debe haber pan. Si hay natilla, para qué buñuelos. Si hay lechona, guarde los
tamales. No exagere. Es navidad no el fin del mundo.
* Lo saludable. Prefiera carnes, pavos y perniles bajos en grasa. Métale frutas, yogur natural y ensaladas a las comidas. Mérmele el azúcar a los postres y prefiera la leche descremada. Las coronarias se lo agradecerán.
* Evite regalar comida. Si prepara panes, galletas, natillas o buñuelos como regalos, estará picando mientras los elabora. Si lo hace, pruebe recetas con frutas y pocas harinas. Si está muy rollizo mejor regale otra cosita.
* Compense. Si por la noche tiene una fiesta con comida, procure cerrar el pico durante el día o haga más ejercicio. Reduzca las porciones diarias, la gula es pecado.
* No llegue con hambre. Compense pero no se mate de hambre. Antes de salir a una fiesta aplíquese algo pequeño y saludable. Así las ganas de picar disminuyen y no llega a lanzarse de cabeza a la comida. Qué pena.
* Lejitos de la mesa. Si se queda cerca de la comida, comerá. Así que retírese, hable con amigos, disfrute de la música, baile. Deje la comedera.
* Agüita. Beba un vaso de agua antes de comer. Eso le llenará el estómago y consumirá menos.
* Prefiera bebidas bajas en calorías y diga no a las gaseosas. Así sean gratis.
* Último en la fila. A la hora de servirse la comida. Será el ultimo en terminar y seguro no repetirá. Además, como lo más tentador y engordador es lo que más se comen probablemente se hayan acabado cuando sea su turno. Véalo por el lado sano.
* Despacio. Disfrute. Coma lento y tarde al menos 20 minutos acabando el plato fuerte. Su estómago necesita tiempo para decirle al cerebro que ya se siente satisfecho y no desea más comida. Deje el afán. Nadie le va a quitar.
* Por último. Disminuya los postres, hágale caso a su cuerpo y léanos. La próxima hablaremos del traguito. Buen apetito.
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