lunes, octubre 29, 2012

Dinero.....Dios de amor o de temor......


 El día transcurrió sin mayores novedades aunque me invadió la reflexión acerca del mundo y el sistema que hemos creado para manejarlo, se me antojó pensar en la idea de ¿Cómo sería si nos manejáramos e intercambiáramos de otra forma?, es decir, sin dinero, que es la forma como se mueve el mundo hoy, es lo que hace que tanta gente haga lo que hace y es lamentablemente la forma de sobrevivir hoy en día, es a su vez la causa de muchas felicidades efímeras y muchos sufrimientos prolongados, los que lo tienen lo atesoran y quieren más, los que no lo tienen lo odian, aborrecen y quisieran huir del mundo, los que más tienen se aprovechan de aquellos que no tienen suficiente, pero no hay porqué juzgar, en todo caso todos somos responsables de lo que es nuestra vida, esa tendencia a culpar a otros de nuestra situación de vida es simplemente la negación a nuestro propio llamado y a nuestra propia sabiduría.
¿Se puede vivir sin sufrir o depender del dinero?
Yo creo que lo que se ha entablado es una mala relación con este -el dinero-, se le ha visto como un Dios y aquellos que le temen simplemente no pueden permitirse tenerlo, o por lo menos no en cantidades suficientes, aquellos que lo idolatran, y que le han dado tanto poder en sus vidas, han perdido quizás su propia autonomía y dependen entonces de poseerlo para poder sentirse completos. ¡Que locura, que locura!, hay que volver a ser amigos del dinero. Gustavo cree que es normal que esto suceda y él cree también que el dinero es realmente el lenguaje universal porque es la forma cómo se intercambian servicios, conocimientos y valor con otros en cualquier parte del mundo, de otra forma sería un caos total o tomaría miles de años volver a lograr que todo el mundo comprenda la nueva forma de intercambio, es todo cíclico dice él y quizás estamos en un punto de la curva donde cambios empezarán a ocurrir.
Yo sigo pensando que el problema no está en la forma cómo se hace el intercambio si no en las intenciones que se inyectan a esos intercambios, lo que hay detrás de querer ofrecer ese servicio, ese conocimiento o ese valor, ¿Codicia, avaricia, deseos de poder, mezquindad? O acaso ¿Deseos de ayudar, bondad, generosidad, bienestar para el prójimo? Son dos energías distintas las que se manejan en estos casos y los resultados también serían distintos.
El mundo y la evolución del mismo están basados en la competencia, en demostrar que ¨Yo¨ soy mejor que ¨tú¨ y entonces eso ha desatado abiertamente la tendencia de lograr ¨mis¨ propósitos a costa de lo que sea -sufrimiento de otros, del medio ambiente, de los animales, de la sociedad- pero mientras haya demanda y un público que espera ese producto o servicio entonces habrá necesidad de crear esa situación, la modernidad nos ha mostrado un mundo atractivo lleno de cosas con forma bellas que muchos desearían llevarse a casa, comprar y acumular -ropa, artefactos eléctricos, autos, lujo, placeres, aparatos electrónicos, alimentos procesados, la sensación de sentirse especial o mejor que otros, etc…- todo lo envuelven en paquetes tan atractivos que caemos como moscas y entonces aquellos que no poseen el medio -dinero- de como adquirir esas hermosas cosas con forma inician su sufrimiento, o lo extienden en otros muchos casos, es tanta la adicción por adquirir cosas que muchos llegan a endeudarse de por vida sólo para tenerlas pero ¿Vale todo esto la pena?
Cada día la gente está más desconectada de si misma ya no saben realmente qué es lo que les hace feliz, buscan y buscan fuera, compran y compran cosas, cambian y cambian de pareja pero siguen igual de vacíos y desconectados, siguen sintiéndose solos ¿Dónde esta la falla? A mi parecer le han dado mayor importancia a lo externo y han descuidado lo interno, se han hecho sordos para oír la voz de su propia guía interior ¿Cómo recuperarla? Volviendo a lo básico y retomando ese contacto interno ¿Estarán dispuestos? Algunos si otros no. Es a veces triste pero así funciona también el ciclo de la vida unos avanzan, otros se quedan en el mismo punto y otros retroceden. Los que están listos están listos. Los demás seguirán pensando que no lo están.
Yo me siento impotente en toda esta situación, quizás muchos otros también, busco elegir donde invertir y gastar mi dinero para apoyar los pequeños comercios, aquellos productores que tienen una verdadera linea de pensamiento de cuidar y no de destruir pero cada día me convenzo más de que cuando una empresa es pequeña y se le incentiva a crecer, -por la demanda-, pierden totalmente su misión inicial, si los dueños no están realmente conectados consigo mismos pueden perder la verdadera intención de cuidar y empezarán a destruir también. ¿Es acaso el dinero el culpable? No lo creo, yo creo que eso viene de la debilidad y de la necesidad de competencia y de demostrar que ¨yo¨ soy mejor que ¨tú¨ que es la dinámica actual del mundo.
H.

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