Soy lo que la sed absorbe
de una gota de vino amargo
en la copa roída
de un brindis pasajero.
Soy un paso en la evolución
de caminadas eternas,
donde los zapatos rastrillan sin cerilla
los rostros esquirla de la espuela.
Soy una cadena de sueños
detenido en el transcurso
de las guerras mancillantes
donde ocultan a los hombres bajo tanques.
Soy el payaso que delineó el llanto
para detener en él
la risa, el pan,
la abundancia y la alegría.
Soy sudor en cascadas cristalinas
desprendiéndome libre
por los rostros desgarrados
que aún guardan la esperanza de la vida.
Soy un silencio
trastocando los últimos umbrales
para construir con las palabras
tu canto que es mi canto.
Soy como el agua
que corre y cae,
entre más choca y absorbe distancias
más limpia y pura se resume.
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