Cuando alguien me dice que no
puede perdonar porque es muy difícil, inmediatamente recibo una imagen visual
de esa persona agarrándose fuertemente a un farol de luz de las avenidas
sin querer soltarlo, porque lo que sucede cuando alguien dice que es difícil
perdonar es que se aferra a esa situación y se ancla al pasado y al dolor o
enojo que esa situación le produjo, lo que le hace repetir esa situación
repetidamente en cada oportunidad o peor aún la entierra en su subconsciente
dándole mayor poder porque lo ha convertido en una creencia.
Una persona que no puede perdonar es una persona atada a sus
limitaciones, es una persona que no sabe establecer límites en la interacción
con los demás y es una persona que ofrece mayor valor a lo que otros hagan o
piensen que a sí mismo. Cuando dices que es difícil perdonar es porque estás
desconectado de tu propia fuente y te dejas invadir o influenciar por causas
externas más fácil de lo que piensas, no poder perdonar habla mucho de lo
inflexible que eres y de lo poco que te abres a aceptar a los demás, aunque no
sus actos, decir que no puedes perdonar da la impresión de que piensas que eres
perfecto y de que no cometes errores.
Cuando llegamos al extremo de no poder perdonar es debido a que
hemos alimentado, a través de la repetición de pensamientos descontrolados
acerca de esa situación, el monologo mental que hace que encontremos cada vez
argumentos más convincentes que nos hacen creer tener la razón y descargarnos
con venganza hacia esa persona. No perdonar a alguien lo utilizamos muchas
veces como especie de venganza.
Nuestro nivel de Educación Emocional es lo que nos permite
afrontar positivamente cualquier situación que se nos presente en los altos y
bajos de nuestra vida, la forma como decidimos reaccionar ante los actos de los
demás y el poder reconocer nuestros propios sentimientos, emociones y
pensamientos. Es tan común que las personas no sepan realmente como reaccionar
ante distintas situaciones y que por ende tampoco puedan reconocer con claridad
por ejemplo la carrera que desean estudiar o la pareja que elegirán para el
matrimonio, y eso se debe a que no poseen un nivel adecuado de Educación
Emocional, en la escuela y la Universidad no se hace énfasis en éste tema la
educación se limita al aprendizaje cognitivo (leer, escribir, matemáticas, etc)
pero no se nos enseña a como reconocer nuestros propios sentimientos y
emociones y mucho menos los sentimientos de los que nos rodean.
La mayoría de las personas poseen un nivel de Educación
Emocional bastante bajo y principalmente es el que han aprendido en su hogar,
imitando a las personas que le rodean. Aprender acerca de las emociones es algo
que se puede lograr de la misma forma como hemos aprendido cualquier otra cosa
y puede convertirse en una herramienta poderosa que nos permitirá redondear el éxito
en nuestra vida. No sólo la inteligencia intelectual puede ofrecerte la
oportunidad de éxito, porque se puede ser muy inteligente y obtener buenas
notas y una carrera brillante pero si falta la Educación Emocional entonces
otras áreas de tu vida se verán afectadas enormemente.
Es importante buscar siempre el equilibrio en nuestra vida, y
aprender a controlar las emociones nos permite reconocer y actuar con mayor
precisión delante de cualquier situación o persona. Imagínate a un jefe sin
Educación Emocional, nadie lo soportará si éste no sabe como atender o
dirigirse a sus subordinados. O una madre carente de Educación emocional, sus
hijos se verán altamente afectados.
Es a veces difícil desde un punto donde el nivel de Educación Emocional es bajo poder ver más allá
de lo que ven nuestros ojos físicos o de ponernos en la posición de los demás,
es mucho menos pensable poder ser empático y ver la situación desde un punto de
vista neutral y más positivo, especialmente cuando es una infidelidad o una
pérdida de un ser querido, es en estos casos cuando nuestro nivel de Educación
Emocional juega un papel desencadenante porque dependiendo de éste podremos
afrontar la situación y lograr salir de cualquier estado negativo mucho más
fácilmente.
Un persona puede tener espacios de tristeza, mal humor, enojo,
cansancio, estrés o cualquier estado negativo pero lo que marcará la diferencia
es la facilidad con la que puede volver a un estado más positivo. Incluso se
puede ser feliz aún si se está triste o frustrado, y es necesario reconocer
nuestros propios estados de ánimo, sentimientos y emociones y es mucho más
benéfico si sabemos como manejarlos para recuperar nuestro equilibrio interno.
Dejarnos ganar por sentimientos que carcomen nuestra salud
física y mental no es la mejor opción que podemos hacer, siempre, en todo
momento nosotros podemos decidir que elegir si atarnos a ese farol de luz de la
avenida o si seguir andando con el flujo armónico de la vida. En el momento que
logramos comprender que cuando no podemos perdonar a otro por sus actos hacia
nosotros no es un daño hacia éste si no hacia nosotros mismos, podemos entonces
comprender también que ese acto no tiene nada que ver con nosotros si no que ha
sido una elección del otro, lo que le da la validez ante nuestro ojos es el
apego que decidimos tomar.
Si no puedes perdonar, ponte a pensar ¿Porqué
no puedo perdonar y
soltar ésta situación?, toma en cuenta todos los estragos que
esa actitud te pueda estar causando en tu vida ahora mismo, por
ejemplo:
Si no puedes perdonar a tu pareja por una infidelidad y siguen aún
viviendo juntos, pregúntate ¿Porqué sigo a su lado? perdonar una infidelidad no te obliga
a permanecer junto a esa persona si no te hace feliz esa situación, perdonar se
refiere a liberarte a ti de ese dolor de esa estaca que has recibido, que
puedes sacar en cualquier momento si así lo deseas y continuar tu vida, ahora
te pregunto yo:
¿Vale la pena seguir amargado por ello?
¿Te atreverías de verdad a hacer borrón y cuenta nueva?
¿Puedes ver algo positivo en toda esa situación?
Toda situación difícil y dolorosa nos ofrece dos opciones una
es: el aprendizaje y la otra es: la oportunidad de tener una excusa para seguir
siendo una víctima y quejarnos sin cesar. ¿Qué decides tú elegir?
No hay comentarios:
Publicar un comentario