martes, enero 27, 2009

Del Yo- Ego

Alégrate si cada día eres más sencillo y menos soberbio. Ese es el sendero de la sabiduría.
Al Yo orgulloso, conocido como Ego, no le gusta estar en la sombra y le fascina descollar.
Se duele con las críticas, se crece con los elogios y se echa a tierra cuando no es tenido en cuenta.
Eso lo reconocía la escritora estadounidense Susan Sontag en su Diario con esta reflexión:
“Mi pobrecito Yo. ¿Cómo te sientes hoy? Me temo que no muy bien, algo magullado, lastimado y traumatizado”.
Se necesita mucha disciplina espiritual para poner el Ego en su lugar sin tener que subyugarlo.
En efecto, la humildad es reconocer los vacíos y al mismo tiempo quererse y valorarse.
Por lo mismo, ámate mucho pero no le tengas lástima a tu “pobrecito yo” cuando quiere imponerse.

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