Desearía mirar las pupilas duras de aquel que más me odia, para que así el desprecio destruya los despojos de todo lo que nunca enterrará el olvido.
Mírame a los ojos o siquiera imagíname...... a ver si aún te espero.....con mis ojos tranquilos, mi mente limpia y mi corazón abierto.
Soy un simple niño ya viejo; al que se ha tragado el tiempo, esperando la última oportunidad para escuchar un TE AMO de un corazón sincero.
Hoy mis vísceras se volvieron nudos en mi cuerpo y al morir, fingian brotar margaritas blancas, para alumbrar este camino oscuro que aún transito.
Siquiera recuérdame para saber que existo, ya que tus palabras rompen los esquemas; no dejes que las alaracas que circundan las esquinas se apoderen de tu mente y menos que rompan los vínculos que ayer nos mantenían unidos en un solo corazón
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