martes, julio 14, 2009

“Las personas pueden olvidar lo que les dijiste,
las personas pueden olvidar lo que les hiciste,
pero nunca olvidarán como las hiciste sentir”


Mahatma Gandhi

Hummmmm........



martes, julio 07, 2009

Palabras al hijo para que no use cauchera

“Ahora que estás en la cuna,
mi pequeño,
pequeño compañero de la base.
Indefenso,
asombrado,
sorprendido,
asustado milagro de mi sangre.
Pero un día serás ya todo un hombre,
es decir, llegarás a niño grande.
Y quiero hacerte un ruego para entonces
en nombre del pueblito de aves.
Las manos de los hombres fueron hechas
para abrazar mujeres en la tarde.
Para pulir el barro, para el surco,
para pintar cuadernos con imágenes;
para reconocer a los amigos
para ayudar al ciego allá en la calle.
De la naturaleza y de la vida,
los ojos son los hechos más brillantes.
No es bueno que los ojos y las manos
se apliquen en asuntos que te amarguen.
No es bueno que se extienda tu estatura
con los hilos de caucho en tus falanges.
La cauchera es traición.
Es alevosa,
tiene el sigilo de los criminales.
Es una bomba atómica lanzada
sobre los Hiroshimas de los árboles.
Hiroshima,
hijo mío,
una lejana ciudad donde murieron muchas madres,
por culpa de unos odios y una guerra
con muerte en cantidades industriales.
Los nidos son las cunas de unos niños
más pequeños que tú y tus amistades;
y el papá de esos niños,
más chiquito,
y más desprotegido que tu padre.
Vinimos a este mundo para el trigo,
para aplaudir al trino y los arcángeles;
para buscar el alma en las palabras,
y para defender al que no sabe.
Nunca pongas los ojos ni las manos
en cosas que no sean muy amables.
No son para la muerte,
ni la herida,
son para trabajar y enamorarse.
Por eso es por lo que te hago este ruego,
no quiero prohibirte ni alegarte.
Pero sabrás,
espero,
conducirte
en paz contigo mismo y con las aves”.

ANTONIO MEJÍA GUTIERREZ (Q.E.P.D.)

Paz en tu tumba Toñito y gracias por los ratos compartidos

“Palabras al hijo para que no use cauchera”, con el que compartió el primer premio de un concurso de poesía convocado por la Universidad de Caldas, es su libro más importante, el de más contenido estético y en el que su alma de poeta sale a flor de piel. El poema que le da nombre al libro es uno de los que merecen figurar en todas las antologías de poesía colombiana:

lunes, julio 06, 2009

Poema 20



Puedo escribir los versos más tristes esta noche.

Escribir, por ejemplo: " La noche está estrellada,
y tiritan, azules, los astros, a lo lejos".

El viento de la noche gira en el cielo y canta.

Puedo escribir los versos más tristes esta noche.
Yo la quise, y a veces ella también me quiso.

En las noches como ésta la tuve entre mis brazos.
La besé tantas veces bajo el cielo infinito.

Ella me quiso, a veces yo también la quería.
Cómo no haber amado sus grandes ojos fijos.

Puedo escribir los versos más tristes esta noche.
Pensar que no la tengo. Sentir que la he perdido.

Oír la noche inmensa, más inmensa sin ella.
Y el verso cae al alma como pasto el rocío.

Qué importa que mi amor no pudiera guardarla.
La noche está estrellada y ella no está conmigo.

Eso es todo. A lo lejos alguien canta. A lo lejos.
Mi alma no se contenta con haberla perdido.

Como para acercarla mi mirada la busca.
Mi corazón la busca, y ella no está conmigo.

La misma noche que hace blanquear los mismos árboles.
Nosotros, los de entonces, ya no somos los mismos.

Ya no la quiero, es cierto, pero cuánto la quise.
Mi voz buscaba el viento para tocar su oído.

De otro. Será de otro. Como antes de mis besos.
Su voz, su cuerpo claro. Sus ojos infinitos.

Ya no la quiero, es cierto, pero tal vez la quiero.
Es tan corto el amor, y es tan largo el olvido.

Porque en noches como ésta la tuve entre mis brazos,
mi alma no se contenta con haberla perdido.

Aunque éste sea el último dolor que ella me causa,
y éstos sean los últimos versos que yo le escribo.

domingo, julio 05, 2009

La curiosidad mató al gato?




Les dedico este video
a aquellos curiosos,
que prefieren morir
por buscar lo que no
se les ha perdido.

Es preferible
mirar nuestro interior,
que escudriñar
el de los demás.

Seamos amigos