Ponerse en el lugar de los demás no es siempre fácil, ver los problemas de los demás como propios e implicarse emocionalmente es un acto de generosidad que no todo el mundo está dispuesto a realizar.
Aquellos que lo hacen merecen nuestro respeto y admiración, independientemente de cuales sean sus credos o ideologías. Deberíamos de ser capaces de aprender de ellos y de tratar de ser mejores día a día.
Gracias a todos los que están ahí,espero tener el tiempo y la sabiduría para poder sino pagar, si entregar todo de mí; cuando la distancia se haga más corta y las oportunidades mas inmediatas..
Afortunada o desafortunadamente esos todos son muy pocos. Los llevaré por siempre en mi interior sin límites, envíándoles inmensas ondas de energía y guiándolos mentalmente por los mejores caminos del éxito total.
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